Los terremotos son un hecho frecuente en Chile, dada su situación geográfica. La costa chilena se sitúa entre las placas tectónicas Nazca y Sudamericana y al menos tres de los terremotos más fuertes jamás registrados tuvieron lugar en su territorio.

 

A pesar de las pérdidas tanto humanas como materiales son relativamente bajas y los procesos de dotación de vivienda son relativamente eficientes todavía existen ciertas carencias en cuanto a planes generales que articulen las complejidades urbanas y sociales existentes con la necesidad de reconstruir.

 

Una de las manifestaciones de esta carencia es la falta de respuestas específicas para las zonas patrimoniales. El sistema no contempla el grado de destrucción que han sufrido y, mientras que sigue siendo obligatorio el cumplimiento de la normativa de conservación patrimonial, no existen medios normativos ni económicos para hacer que esto sea posible.